Los ordenadores e internet en ocasiones cometen errores al enviar archivos. Esto genera que alguna que otra vez no se puedan abrir los archivos que adjuntos a un email (en especial los de gran tamaño).
En este caso, lo mejor será solicitar que te envíen el archivo en cuestión a través de otros medios. Si sólo puedes emplear el correo electrónico para la transferencia, es altamente recomendable que comprimas el archivo o archivos con algún software, como WinRar, que incluya una verificación de la integridad del archivo.